El Cine Mudo

El cine cómico o cine de comedia, que se caracteriza por la inclusión de gags, chistes o bromas, tanto visuales como verbales, inicia su andadura prácticamente con el comienzo de este arte. El regador regado (1896), película francesa de los hermanos Lumiére, se considera la primera comedia de la historia del cine. Desde un comienzo, se crearon películas en las que se mostraban imágenes que alegraban o hacían reír al espectador, aunque fuesen sin acompañamiento del sonido. En estas comedias, casi en su totalidad estadounidenses se utilizaban las persecuciones, los golpes, las caídas, las sorpresas de los personajes, para conseguir la hilaridad del público. Era un cine lleno de golpes de tartas, choques de automóviles y cientos de situaciones más o menos insólitas. Mención merecen las inumerables cintas con locas y rapidísimas persecuciones policiales. Se observa así que se crean los prototipos de lo que luego sería todo el cine de comedia.

Entre los nombres importantes del cine cómico mudo, destacan Charles Chaplin, Mack Sennett, Roscoe Fatty Arbuckle, Buster Keaton, Max Linder, Harry Langdon o Harold Lloyd. Films de esta época son: Police (1916), El maquinista de la General (1926), El hombre cañón (1926) y El tenorio tímido (1924). Dada la popularidad que adqurieron algunos personajes (como Charlot), al cine de comedía de esta época se le ha llamado, por extensión, «cine cómico». Hoy en día se confunde, en ocasiones, con cine mudo. En la actualidad, hay autores que aún hacen diferencias entre «cine cómico» y «cine de comedia», pero esas sutilezas se disolvieron cuando se empezó a utilizar el llamado «sonido en conserva».

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